19 diciembre, 2006 

Cel o no cel: esa es la cuestión

En una emisión de Informe Central del mes pasado se pasó una nota sobre el robo de celulares en Buenos Aires. Fue presentada con el estilo habitual de Rolando Graña, un pseudoperiodista que me cae bastante mal. No se si abarcó más programas durante esa semana (lo suelen hacer) pero lo que vi fue pobre y capcioso. Mostraron algunas cámaras ocultas tomadas en ciertas galerías del barrio de Once en donde conseguir un celular robado, cambiarle el IMEI (el “número de serie” con el que se registra en el sistema) o desbloquear un equipo aparentemente resulta sencillo. También hicieron “entrevistas” a algunos “arrebatadores”.
Lo que me llamó mucho la atención es que en ningún momento se mencionó a los verdaderos responsables del problema: los que venden las líneas, las compañías prestadoras del servicio.
Movistar, Personal y CTI venden teléfonos bloqueados. Sólo funcionan con Sim-Cards (el famoso chip) pertenecientes a la compañía que vendió el teléfono. Si se intenta poner, por ejemplo, una Sim-Card de CTI en un teléfono que se compró a Personal, no funciona. Como la Sim-Card tiene asociada la línea se aseguran de obligarte a usarla en un teléfono también comprado a ellos.
Ahora bien, así como el teléfono se bloquea, también se puede desbloquear. La información para hacerlo está disponible en Internet. En algunos casos además del software se requiere algún hardware, pero no es ninguna ciencia. Cualquiera con algunos conocimientos de electrónica puede armar el circuito y los cables necesarios. Que yo sepa, no existe en ningún lugar prohibición alguna que impida desbloquear un celular GSM. Una vez desbloqueado el equipo acepta cualquier Sim-Card, sea de la compañía que sea. Podemos comprarle un teléfono con línea a Movistar, desbloquearlo e instalarle una Sim-Card de CTI y ya está. El teléfono ahora tiene línea de CTI. Los que roban equipos además les cambian el IMEI, que viene configurado de fábrica, por cualquier otro para que sea imposible de rastrear. El equipo denunciado como robado con un determinado IMEI nunca más se va a registrar con ese IMEI en el sistema. Y listo, desapareció.
¿Cuál es la responsabilidad de las compañías?
Están vendiendo Sim-Cards prepagas (con tarjeta) sin verificar ningún tipo de dato o siquiera comprobar el teléfono en el que van a funcionar. Esta es la actitud que propicia el robo. Si dejaran de vender Sim-Cards de esa forma sería mucho más difícil conseguir una línea. Pero claro, los teléfonos robados reingresan al sistema como "nuevos clientes" y consumen minutos de tarjeta. El negocio cierra bien. Incluso, y les puedo asegurar que cada vez que lo veo me indigno sobremanera, están vendiendo Sim-Cards de cualquier compañía en los trenes a $5. En principio, creo que lo único que podría solucionar algo el problema sería prohibir el sistema prepago. El hecho de vender una línea con abono (factura mensual) obliga a la compañía a verificar muchos más datos a la hora de activarla.
Lamentablemente no encontré estadísticas sobre el robo de celulares en Buenos Aires y en general hay poca cosa en Internet. Para aquellos que quieran informarse un poco más sobre este tema sólo encontré esta página con algún que otro dato de interés:

http://www.notiexpress.com.ar/notas.asp?notaid=82377

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