G3 – Estadio Luna Park – 24 de Octubre de 2006
Eric Johnson: guitarra
Roscoe Beck: bajo
Tommy Taylor: batería
Unos minutos después de las 21 hs salió al escenario Eric Johnson. Acompañado por bajo y batería fue soltando algunos de sus temas. Johnson no es muy conocido por aquí. Sin dudas es un gran guitarrista, pero le falta el toque especial que lo haga resaltar del resto. Su estilo no tiene mucho que ver con el de Satriani o Vai, bebe mucho más del blues, tocó con Stevie Ray Vaughan y se nota. Hace fraseos rápidos pero lo suyo no es la pirotecnia. El público lo recibió bien pero no deliró, salvo quizás cuando interpretó Manhattan. La banda también fue discreta, se limitaron a seguirlo y poco más, apenas un poco de slap en algún momento cortesía del bajista. Luego de un set de 45 minutos se retiró para que los técnicos pudiesen armar los instrumentos para el siguiente.
John Petrucci: guitarra
Dave LaRue: bajo
Mike Portnoy: batería
Y la espera, aunque corta, se hizo mortal. Se apagaron las luces y… ahí estaban, Petrucci… Portnoy y no sabía a quién mirar primero. Sin tiempo para dejarme pensarlo largaron con Jaws of Life. Al presentar el segundo tema, Glasgow Kiss, John dejó en claro que todos los temas serían de Suspended Animation, su álbum solista, no vaya a ser cosa que algún desubicado le pida algo de Dream Theater… aunque algo de Liquid Tension Experiment no hubiese estado mal. El más tranquilo Wishful Thinking calmó algo al estadio, pero sólo por unos instantes. El show fue estupendo, acorde a lo que se esperaba de él. Es un guitarrista rapidísimo, lleno de recursos y con un excelente gusto para las melodías más sentidas. Puede pasar de un riff extremadamente duro a un punteo de lo más delicado. Portnoy como siempre un animal, no es necesario aclararlo. LaRue también se lució con su bajo de cinco cuerdas, no por nada el tipo tocó en los Dixie Dregs con Steve Morse, Jordan Rudess y Rod Morgenstein. El sonido poderoso de este trío hizo parecer a la banda de Eric Johnson como de garaje.
Nuevo descanso y…
Joe Satriani: guitarra
Dave LaRue: bajo
Galen Henson: guitarra
Jeff Campitelli: batería
Mucho clima, ruidos extraños, voces y… los primeros acordes de Flying in a Blue Dream. Ese es uno de mis temas favoritos de Satriani. También una sorpresa, esperaba a Matt Bissonette en el bajo pero apareció nuevamente Dave LaRue. Cool #9 empezó con mucha zapada con LaRue… espectacular. Campitelli técnico y correcto como siempre. Para Super Colossal, el tema que le da nombre a su último álbum, usó una guitarra blanca pintada con la tapa del disco…o sea su cara. Crowd Chant y Summer Song fueron coreadas por todo el estadio. ¿Qué puedo decir de Satriani que ya no se haya dicho? Sólo que cada vez que lo veo es diferente. En particular creo que este fue uno de sus mejores shows en Argentina. Para lo último, Always With You, Always With Me. En el final subió Petrucci para hacer un sentido solo, y luego Johnson.
Joe Satriani: guitarra
John Petrucci: guitarra
Eric Johnson: guitarra
Dave LaRue: bajo
Galen Henson: guitarra
Jeff Campitelli: batería
Con la banda de Satriani acompañando, empezó la G3 Jam. Las primeras notas de Voodoo Chile ejecutadas por Petrucci nos hicieron poner de pie a todos. Pueden haber pasado 36 años, pero a la hora de hablar de guitarra eléctrica Jimi Hendrix sigue bien vivo. Cantado por Johnson, el tema sonó muy bien, con unos duelos para la historia. Luego Satriani nos pidió que nos sentáramos, porque el siguiente tema iba a ser Red House, un blues de… ¡Jimi Hendrix otra vez! Y acá la cosa se puso bien interesante, ¿podrían arreglárselas bien con un blues? El primer solo fue para Petrucci. Se notó que no es lo suyo. Técnicamente impecable… pero no todo es técnica. El blues tiene sus propias vueltas, no alcanza con improvisar en una escala pentatónica, el sentimiento sale de otro lado. El siguiente fue Johnson, y ahora sí que les sacó ventaja. Fue el solo más bluesero, muy superior al de Petrucci. El último, por supuesto para Satriani. Ya había demostrado que podía tocar muy bien blues en su álbum del ’95, pero me sorprendió nuevamente. Su solo fue muy inspirado, muy bien armado y con unos fraseos excelentes, llenos de emoción. Para el final, una zapada con Rockin’ in the Free World, el tema de Neil Young.
Cuatro horas después del comienzo, empachados de música y guitarras, dejamos el Luna Park… con la idea de volver para la próxima vez porque sabemos que va a haber G3 para rato.